México es el octavo país más prolífico del mundo en términos de producción cinematográfica. RAYA entrevistó desde el Festival Internacional de Cine de Guadalajara a José Miguel Álvarez Ibargüengoitia, coordinador técnico del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), para conocer cómo ha surgido una industria tan fecunda en medio de los retos tras la pandemia y las prohibiciones de los Tratados de Libre Comercio.
Por: David Sánchez
Especial para RAYA
En el marco del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, México, del 7 al 15 de junio de 2024, RAYA tuvo la oportunidad de conversar con José Miguel Álvarez Ibargüengoitia, coordinador técnico del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine). Álvarez explicó la relevancia y las funciones del Imcine en la industria cinematográfica mexicana, y nos dio una visión integral de los apoyos que este organismo ofrece para la producción y promoción del cine nacional.
El Instituto Mexicano de Cinematografía es el organismo nacional encargado de promover y apoyar el cine mexicano. Álvarez hizo esta comparación: "El Imcine es esencial para el crecimiento y visibilidad del cine mexicano, similar a lo que el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) representa en España", así como muchos otros países tienen entidades similares para fomentar su cine.
El Imcine ofrece una amplia gama de apoyos a lo largo de toda la cadena de valor de la producción cinematográfica, desde el desarrollo de argumentos y guiones hasta la posproducción, distribución, exhibición, preservación y formación. Álvarez detalló que “estos apoyos específicos, que abarcan todas las etapas de la realización de una película, desde el argumento inicial hasta su distribución y preservación, aseguran que cada proyecto tenga el soporte necesario en cada fase”.
Además del Focine, el Imcine gestiona el estímulo fiscal Eficine, que permite a las grandes empresas contribuir con hasta el 10 % de su impuesto sobre la renta para apoyar la producción, distribución y exhibición del cine mexicano. Este mecanismo, con un fondo anual de 700 millones de pesos mexicanos (unos 40 millones de dólares), permite un máximo de 1.2 millones de dólares por película. "Eficine ha sido fundamental para la producción de aproximadamente 60 películas al año, algo que ha facilitado que más proyectos vean la luz y lleguen a las audiencias", dice Álvarez.
Con todo, la pandemia afectó gravemente la producción y la exhibición cinematográfica. Álvarez reconoció que la taquilla mexicana de 2019 superó la suma de los ingresos de los años 2020 a 2024, lo que refleja un declive que también se observa a nivel mundial. "La pandemia no solo golpeó la producción y exhibición en salas de cine, sino que también aceleró la transición a plataformas digitales, y con ello la taquilla se afectó de manera significativa". No obstante, destacó que la producción cinematográfica mexicana alcanzó niveles récord en 2023, con 234 películas producidas, situando a México en el octavo lugar mundial. "Este aumento en la producción muestra la resiliencia y creatividad de nuestros cineastas, quienes son capaces de adaptarse a nuevas formas de creación y distribución".
Un desafío significativo es la cuota de pantalla del cine nacional, actualmente limitada al 10 % debido a tratados internacionales. Álvarez subrayó la necesidad de políticas públicas que permitan al cine mexicano competir en igualdad de condiciones y fomentar una mayor exhibición de películas nacionales en salas de cine. "Desde 1994, el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá establece un límite del 10 % para la cuota de pantalla del cine nacional, lo cual restringe considerablemente la visibilidad de nuestras producciones", explicó Álvarez.
Los festivales de cine, tanto nacionales como internacionales, son cruciales para la promoción del cine mexicano. Álvarez destacó que festivales como el de Guadalajara, con 39 ediciones, son plataformas esenciales para que las películas mexicanas se den a conocer y se aprecien globalmente. "Estos festivales no solo sirven como escaparate para nuestros cineastas, sino que también ofrecen oportunidades de coproducción y distribución, y amplían el alcance del cine mexicano más allá de nuestras fronteras", resaltó.
En ese sentido, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara resulta siendo un encuentro vital para el cine mexicano e iberoamericano, el cual incluye actividades de industria como mercados de coproducción y postproducción. Álvarez elogió el impulso del estado de Jalisco al cine, algo que ha ocurrido gracias a incentivos fiscales y el Taller del Chucho, un notable estudio de animación. "El Festival de Guadalajara es crucial no solo por su competencia internacional, sino por su impacto en la industria cinematográfica local y su apoyo a proyectos innovadores como el Taller del Chucho, que está revolucionando la animación en México", comentó.
Para José Miguel Álvarez, los retos y logros de la industria cinematográfica en un panorama global volátil son bastantes. "Estamos comprometidos con seguir apoyando y promoviendo el cine mexicano, y con que nuestras historias sean contadas y vistas tanto en México como en el resto del mundo", concluyó Álvarez.