La exfiscal Claudia Carrasquilla, concejal de Medellín por Centro Democrático, es acusada del delito de fraude procesal en concurso con falsedad ideológica en documento público. Habla en exclusiva testigo en su contra desde el exilio.
Por: Victor Ballestas
Claudia Victoria Carrasquilla Minami es la concejal de Medellín, por el Centro Democrático, que por su pasado como fiscal se autodenomina “la dama de hierro”. Sin embargo, es justamente ese pasado el que la tiene hoy ad portas de ir a la cárcel. Carrasquilla, a quien se le ha visto recientemente de polígono, disparando armas y desafiando a sus rivales políticos, llegó a los más altos cargos de la Fiscalía de la mano del entonces Fiscal General Néstor Humberto Martínez, quien hasta febrero de 2020 la tuvo en el cargo de Directora de Fiscalías contra el Crímen Organizado. Según ella, decidió apartarse de la que fue su casa por más de 25 años para aspirar al Senado por el partido Cambio Radical a petición del fiscal Martínez y de su jefe político, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras.
Luego de fracasar en su intento por llegar al Congreso, quiso ser ternada para ser Fiscal General durante el gobierno de Iván Duque, pero no lo logró y dio un nuevo giro en la política de la mano de su amigo Federico o Fico Gutiérrez, y de su hoy jefe político, el expresidente Álvaro Uribe.
Durante su paso por la Fiscalía fue una funcionaria condecorada por sus operaciones contra grandes narcotraficantes, particularmente de Antioquia, cuyos resultados, supuestamente positivos para el país, los promocionaba constantemente en medios de comunicación.
El montaje contra un policía
En agosto de 2015, Claudia Carrasquilla, como Fiscal 27 Especializada de Medellín, adscrita a la Dirección Nacional de Fiscalías contra el Crimen Organizado, dio una rueda de prensa en la que anunció un duro golpe contra una estructura criminal que operaba en los departamentos del Cesar, La Guajira, Magdalena y Atlántico. Allí anunció que una extensa investigación había dado como resultado la captura de 36 personas, entre las que figuraban once policías que, según ella, hacían parte de una organización criminal dedicada a realizar millonarios robos y fleteos. Entre los uniformados figuraba William Molina Torres, entonces patrullero de la policía, capturado el 15 de julio de 2015 y quien desde el principio dijo que todos los señalamientos en su contra eran falsos.
Entonces, esto le dijo a las autoridades William Molina Torres: “Claudia Carrasquilla Miami y los investigadores Wílmer Brito Ramírez, Néstor Rodríguez y Javier Pestana Quiroz me hicieron un montaje…”
La supuesta investigación partió de unas declaraciones de David Andrés Martínez Pinzón, conocido con el alias de "El Calvo", quien desde el 15 de mayo de 2014, desde una cárcel de Valledupar, le dijo a la fiscal Carrasquilla y a dos de sus policías investigadores, que trabajaba para una banda denominada Los Sicarares y que sabía que el patrullero Molina había participado en varios robos ocurridos entre 2011 y 2013. Primero dijo que fueron 42 robos y finalmente cinco. Dio tres declaraciones distintas desde el mismo sitio de reclusión. Con esos testimonios los agentes realizaron un informe fechado el 15 de julio de 2015 y dos días después se ordenó la captura. Carrasquilla, al parecer, pasó por alto que había un antecedente que le daba poca credibilidad a su testigo estrella. En el expediente obra que el patrullero Molina había capturado varias veces a David Andrés Martínez Pinzón, una de ellas en Santa Marta el 2 de abril de 2011.
Según reposa en el expediente, el falso testigo de los policías investigadores de Carrasquilla, sería el encargado de reclutar a otros delincuentes que respaldaran su versión. Incluso, se narra que pretendían incluir personas fallecidas en sus ficticias. El patrullero demostraría, después de cuatro meses de estar privado de la libertad, que efectivamente se trató de un montaje y que, como él dijo desde el principio, se manipularon actas y se amañaron declaraciones juradas con testigos mentirosos para materializar el falso positivo judicial. El patrullero Molina dijo que se ignoraron informes de investigación a su favor, que la fiscal Carrasquilla, durante el proceso penal que lo llevó a la cárcel como supuesto miembro de la organización engañó a la justicia y hasta se inventó que tenía interceptaciones telefónicas que probaban su responsabilidad.
Esta investigación, ahora considerada de contrainteligencia en la Fiscalía cuarta especializada contra falsos testigos, logró probar que los personajes que respaldaban las capturas solicitadas por Carrasquilla, fueron constreñidos o presionados para declarar. Se conoció en los estrados judiciales el testimonio de Alberto Nicolás Guerrero Villero, alias ‘Nico’, cabecilla de una red criminal conformada por las bandas Los Chespy, Los del Sicarare, Los Turcos y Primero de Mayo. Alias ‘Nico’ dijo que los investigadores de Carrasquilla lo amenazaron.
Y contó en detalle el plan de quienes lo amenazaron y le plantearon en la cárcel donde, según sus palabras, muchas veces lo visitaron con un portátil, con el fin de armar una especie de rompecabezas, “como una película”.
Aseguró que lo grabaron para hacer creer que el patrullero le exigía un carro y dinero. Dijo que lo hicieron inculpar a muchos policías, incluso, a algunos que no conocía o que solo llegó a tratarlos estando preso, cuando estos intentaron conversar con él.
El 25 de noviembre de 2015 el juez segundo penal del circuito con funciones de Conocimiento de Valledupar dejó en libertad al patrullero William Molina Torres, sin embargo, apareció un nuevo testigo, Leonardo Carrillo Giraldo, alias Leo, con el mismo discurso libreteado, pero la justicia no le creyó. En 2010, casualmente, también había sido capturado por el patrullero. Según se señala en el expediente, la fiscal Carrasquilla, avalaba todo lo que hacían sus funcionarios investigadores.
Los falsos testigos y cuatro uniformados cercanos a la fiscal Carrasquilla fueron imputados por estos hechos. La víctima, que dice que le destruyeron su vida, estuvo cuatro meses en la cárcel.
Fuentes cercanas al proceso le señalaron a Señal Investigativa que Carrasquilla se creía intocable durante las fiscalías de Néstor Humberto Martínez y Francisco Barbosa, a pesar de los testimonios en su contra.
El falso testigo exiliado
Un hombre identificado como Henry Cifuentes, ha asegurado judicial y públicamente que él fue uno de los tantos falsos testigos que utilizó la entonces fiscal Claudia Carrasquilla para mostrar sus supuestos logros en la Fiscalía. Desde el exilio, habló en exclusiva con revista RAYA e hizo varias confesiones alrededor de la hoy concejal de Medellín. (Ver video)
Carrasquilla, aunque nada la tocaba, dijeron personas a ella en la Fiscalía, se encontraba entonces bajo presión por los señalamientos en su contra, se sentía descubierta. Por eso, sólo hasta julio de 2017 pudo tocar, ahora sí con pruebas reales, a una de las fichas más cercanas a su amigo y hoy copartidario en la alcaldía de Medellín, Federico Gutiérrez. Se trata de Gustavo Villegas, secretario de seguridad de Gutiérrez durante su primer periodo en la alcaldía de Medellín.
Aunque la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez y Claudia Carrasquilla tenía las pruebas para acusar a Villegas de nexos y pactos con la banda criminal La Terraza de Medellín, fue esa misma Fiscalía la que lo salvó de irse a la cárcel tras firmar un preacuerdo con la Fiscalía apenas por los delitos de omisión de denuncia y abuso de la función pública.
Entonces, en 2018, dos años antes de que Carrasquilla saliera del cargo de crimen organizado, Villegas terminó condenado apenas por los delitos de omisión de denuncia y abuso de la función pública, y no por un concierto para delinquir como funcionario de Gutiérrez.
Meses después de su renuncia a la Fiscalía, en noviembre de 2020, Carrasquilla le dijo a Noticias Caracol, en una entrevista exclusiva, que la Oficina de Envigado quería asesinarla por sus golpes contra uno de los bandos más poderosos de la mafia en Medellín. A pesar de su conmovedor relato al medio, el testigo Henry Cifuentes volvió a aparecer diciendo que todo lo que ella dijo en esa entrevista también era falso.
A pesar de las pruebas que reposan en varios expedientes disciplinarios y penales contra Claudia Carrasquilla, sólo hasta ahora la Fiscalía ha citado a la actual concejal del Centro Democrático para acusar a la “dama de hierro” por el delito de fraude procesal en concurso con falsedad ideológica en documento público. Un delito que podría sacarla de la política y condenarla a 10 años de prisión.